Patata Frisia

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La patata Frisia destaca por ser un tubérculo muy versátil que se adapta a todo tipo de usos culinarios y terrenos

Podemos afirmar que la Frisia es una de las clases de patata más “agradecidas” que hay. Es de esas plantas que piden poco al agricultor y aportan mucho al cocinero, ya que van bien para todo tipo de platos.

Los pedidos que entren después de las 18:30h se entregarán con un día de retraso. Disculpen las molestias.

¿Qué es una patata Frisia?

Llamamos Frisia a una variedad de patata blanca y semi tardía. Posee un contenido equilibrado de agua y almidón, lo que le atribuye una gran polivalencia. Otra de sus ventajas es que, al haber sido recogidas en su punto óptimo de maduración, se conservan mejor que las patatas nuevas.

Al igual que sucede con otras variedades (como la Monalisa o la Kennebec), las Frisias son un buen ejemplo de “patata para todo”. Puedes tenerlas en tu cocina con la seguridad de que siempre les encontrarás un buen uso culinario para ellas.

Dado que esta variedad es de las más resistentes y presenta una producción muy abundante, se puede cultivar en condiciones muy dispares. Así, podemos encontrarla en Galicia, Asturias y Andalucía. Fuera de nuestras fronteras, constituye un cultivo habitual en Holanda (toma su nombre de una de sus provincias), Francia y Alemania.

¿Cómo es la patata Frisia?

La patata Frisia es una variedad de patata de maduración de semitemprana a semitardía. Podemos reconocerla por el color amarillo de su piel, lisa, con ojos superficiales y el color blanco amarillento de su carne.

La patata Frisia es un tubérculo de buen tamaño y forma oval, con un alto índice de materia seca (almidón): del 16.1 al 22 %, lo que la convierte en una variedad de patata con una excelente calidad culinaria con una consistencia firme.

En cuanto al almacenamiento, la patata Frisia es una variedad muy resistente. Simplemente aconsejamos mantenerla alejada de la exposición directa a la luz del sol y a la humedad.

¿Cuál es el valor nutricional de la patata Frisia?

La patata Frisia también es una variedad de patata muy nutritiva. Presenta un muy bajo índice de grasas y azúcares, y alto en hidratos de carbono y Vitaminas: especialmente vitamina C, aunque también contiene B6 y B3.

La patata Frisia también es rica en minerales (por este orden: potasio, fósforo, magnesio, calcio y hierro) y contiene propiedades antioxidantes.

¿Cómo se cultiva la patata Frisia?

La patata Frisia requiere un suelo ligeramente ácido, bien arado y con mucha materia orgánica. Lo ideal es que sea de tipo franco, ya que su textura suelta y ricos nutrientes potencian aún más su crecimiento.

La plantación de la patata Frisia, al igual que sucede con otras variedades, se hace en surcos o caballones. Lo ideal es que se encuentren a medio metro de distancia entre sí y que las plantas estén lo bastante separadas como para poder desarrollarse sin problemas.

La siembra se realiza a una profundidad de entre 7 y 8 cm, siendo el clima moderadamente frío el idóneo para su crecimiento, siempre y cuando no haya heladas. Si la siembra se hace en invierno, los días cortos favorecerán el crecimiento de las patatas.

Los riegos deben ser frecuentes, pero no excesivos. la humedad relativa deberá oscilar entre el 60 y el 75%, a fin de evitar plagas. El abonado debe ser abundante y rico en: potasio, nitrógeno, calcio y fósforo.

La recolección de la patata Frisia tiene lugar en los meses de verano.

¿Para qué sirve la patata Frisia?

Comprar patatas Frisia te garantiza tener en tu cocina un ingrediente básico con el que puedes preparar multitud de platos. Esta variedad presenta una carne firme que no se disgrega a pesar de cocinarla a altas temperaturas, por lo que resulta indicada para cocer y asar.

Se trata de una variedad todoterreno. Puedes utilizarla para freír si te gusta la patata blanca para tal uso. Gracias a ellas, la fritura quedará siempre en su punto y la patata ni absorberá demasiado aceite ni perderá su bonito color dorado. Para cocer, guisar y asar también es muy apreciada.

Este tipo de patatas resultan especialmente apreciadas en la cocina vasca. Asimismo, son perfectas para preparar platos tan populares como la ensaladilla rusa, la tortilla española y los purés. Uno de sus usos más populares es incluirlas como ingrediente en las ensaladas.

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Tipo de saco

10 Kg, 20 Kg

¿Ajos y Cebollas?

No, Si